Al pensar en hacer un máster o un postgrado, lo
primero que nos viene a la cabeza es el precio, que habitualmente es bastante
elevado en las universidades públicas y mucho más en las privadas. Pero sí es
cierto, que hacer un máster viste mucho un currículum de una persona sin
experiencia (aunque no nos engañemos la experiencia continúa siendo lo más importante
para los reclutadores a la hora de conseguir empleo), por lo que hay que
valorar, si es posible, la posibilidad de hacerlo a pesar del desembolso económico
que supone.
Eso sí, conviene tener claro que es lo que se
quiere. Saber en qué nos queremos especializar y conocer qué tipo de formación
existe dentro de nuestro sector profesional y cuál es la que nos ofrece mejores
perspectivas laborales. Asimismo, es importante, asegurarse de la calidad del máster
o postgrado que vayamos a realizar, ya que hay una gran diferencia entre unos y
otros.
En mi opinión, es importante que el máster o el
postgrado sean oficiales, ya que para
las empresas tiene normalmente un mayor valor. Hay másteres y postgrados que
tienen fama de ser exigentes y de hacer trabajar duro a los estudiantes. Estos cursos suelen ser también los más
valorados por las empresas.
También es interesante a la hora de elegir un máster
conocer los contenidos del mismo, así como los profesores que lo imparten. En muchos
casos los profesores son reconocidos profesionales del mundo empresarial, por
lo que nos pueden servir de contactos profesionales en un futuro, lo que puede
resultar muy interesante.
Otro dato a valorar es el nivel de colocación que ha
tenido las anteriores ediciones del curso en el que estamos interesados. Así
como si existe la posibilidad de realizar prácticas, si tiene una bolsa de empleo efectiva y que empresas
participan y si el centro tiene relaciones con otros centros y empresas en el
extranjero.
Sabiendo todo esto, llega la hora de elegir. Hay que tener en cuenta que para matricularte en algunos de los másteres más prestigiosos tienes que pasar diversas pruebas e incluso revisan tu expediente, ya que las plazas son limitadas. Y lo peor de todo es que estos cursos suelen ser los más interesantes.
Según mi experiencia personal hacer un máster o un postgrado es una experiencia muy enriquecedora. Yo, personalmente, aprendí más durante el año que duró el máster que durante toda la carrera. Eso sí, no fue un camino de rosas. Fue un año de muchísimo trabajo y muchísimo tiempo dedicado.
Sabiendo todo esto, llega la hora de elegir. Hay que tener en cuenta que para matricularte en algunos de los másteres más prestigiosos tienes que pasar diversas pruebas e incluso revisan tu expediente, ya que las plazas son limitadas. Y lo peor de todo es que estos cursos suelen ser los más interesantes.
Según mi experiencia personal hacer un máster o un postgrado es una experiencia muy enriquecedora. Yo, personalmente, aprendí más durante el año que duró el máster que durante toda la carrera. Eso sí, no fue un camino de rosas. Fue un año de muchísimo trabajo y muchísimo tiempo dedicado.
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