lunes, 15 de octubre de 2012

¿Son las prácticas profesionales un instrumento útil para buscar empleo?


Una de nuestras principales preocupaciones cuando comenzamos nuestra carrera profesional es como conseguir nuestras primeras experiencias profesionales. Una de las maneras más sencillas de comenzar es mediante la realización de prácticas o acogiéndonos a unas de las diversas becas que nos ofrece el mercado. Pero… ¿es realmente útil la realización de  prácticas y becas para conseguir un empleo?, ¿ se aprende mucho? o por el contrario… ¿son un  verdadero fraude?

 Hay que tener en cuenta que hay muchas clases de becas y de convenios de prácticas y no todos son iguales. Existen desde las practicas destinadas a titulados universitarios siempre y cuando no hayan pasado más de 2 años desde la obtención del título hasta las prácticas para alumnos de los últimos cursos, las practicas en el extranjero… Numerosas entidades, incluso en épocas de crisis como la actual, nos ofrecen la posibilidad de poder realizar prácticas profesionales.  Pero debemos ser cuidadosos y tratar de elegir bien donde hacemos las prácticas o a qué tipo de becas optamos, ya que la diferencia entre ellas puede ser sustancial. Y no solo en términos económicos, que también, sino en cuanto a la utilidad que le podamos sacar a la experiencia

Aunque es cierto que la realización de unas prácticas, es desde mi punto de vista,  una buena posibilidad de adquirir experiencia, a veces incluso la única, debemos tener en cuenta que no siempre es oro todo lo que reluce. Desde mi experiencia personal, hay muchas ofertas de prácticas que son un verdadero fiasco y donde apenas aprendes nada útil y acabas con la sensación de que estas perdiendo el tiempo.

Algunas empresas, no sé muy bien porque razón, aceptan estudiantes en prácticas para tenerles sin hacer absolutamente nada. Y así, los estudiantes se pasan uno, dos o tres meses sentados en una silla, con suerte delante de una pantalla, dejando pasar las horas hasta que, por fin, el convenio de prácticas finaliza y se van de allí con la sensación de haber perdido el tiempo y sin entender muy bien para que han estado allí. Esto sobre todo pasa, en aquellas prácticas donde no se recibe ningún tipo de retribución a cambio. No sé porque, pero cuando las empresas pagan algo a las persona en prácticas, tienden a interesarse más por ellos y a darles diferentes trabajos para hacer.

También se dan casos donde el estudiante o recién licenciado, parece un empleado más y no “el de prácticas”. La única diferencia es que cobra muchísimo menos que los empleados normales, eso, sí cobra. En estos casos, el estudiante tiene la oportunidad de aprender muchísimo, incluso puede llegar a tener responsabilidades que no se corresponden con su categoría en la empresa.  

Pero, no nos engañemos, lo que vayamos a aprender en nuestras prácticas, no depende solo de la empresa en la que estemos, sino que depende también mucho de nuestra actitud ante el trabajo. Debemos ir con la mente abierta, tratando de absorber el máximo de información posible, empapándonos del trabajo que realiza allí la gente y tratando de encontrar nosotros mismos el modo de aportar algo y ser útiles.

Es muy fácil quedarse sentado esperando a que alguien venga y te diga lo que tienes que hacer, pero no nos engañemos el mundo real no funciona así. Tenemos que buscar nosotros mismos las cosas que podemos hacer, tomar la iniciativa, hablar con nuestro responsable, sin ser pesados, para que nos empiece a tener en cuenta. Sé que no es fácil, a veces incluso es imposible, pero es la única manera de que nuestras prácticas nos sirvan para algo.
En el próximo post trataremos de acercarnos a las prácticas en el extranjero.

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