Como ya hemos comentado anteriormente, las entrevistas de trabajo suelen generar cierto nerviosismo en los candidatos, sobre todo en épocas como la actual en la que tener la oportunidad de acceder a una entrevista es casi una misión imposible. Pero debemos sobreponernos a los nervios y tratar de ir a las entrevistas lo más relajados posibles, mostrando la mayor seguridad en nosotros mismos.
¡Pero ojo! Debemos tener en cuenta que nuestro el lenguaje corporal es
casi más importante que el lenguaje verbal, ofreciendo a veces más información de la que nosotros pensamos. En general,
los reclutadores tienen muy en cuenta el lenguaje corporal, ya que los gestos y
las posturas son más difíciles de manipular que las palabras.
Aquí dejo algunos consejos que espero os puedan ayudar a la hora de enfrentaros a una entrevista o al menos os den una idea de lo que dice nuestro cuerpo
Dar la mano con
fuerza pero sin pasarse: Aunque parezca mentira una de los primeros datos
que el reclutador tendrá de nosotros lo obtendrá de nuestra forma de saludar,
de dar la mano. La forma más correcta de dar la mano es con seguridad, sin
dejar la mano flácida pero sin apretar demasiado. Además debemos tratar de no
poner por encima nuestra mano ya que implica superioridad, ni por debajo ya que
es una muestra de sumisión.
Cuidado con los tics nerviosos: nada de morderse los labios, ni las uñas ni tocarse los anillos o jugar con un bolígrafo. Esto es una muestra clara de inseguridad y nerviosismo.
La postura corporal hay que cuidarla: Debemos sentarnos rectos y evitar cruzar los brazos y las piernas. Por supuesto nada de apoyarse en el respaldo cómodamente echándose hacia atrás, ya que muestra desinterés. Los brazos pueden estar apoyados en la mesa, pero sin usarlos para apoyar la barbilla y evitando mover las manos nerviosamente.
Hablar gesticulando pero sin excesos: Al hablar, los gestos pueden reforzar nuestro mensaje pero hay que tener cuidado en no cometer excesos. Es recomendable hablar con las palmas de la mano abiertas hacia arriba ya que muestra sinceridad.
Mirar al entrevistador a la cara es muy importante así como asentir mostrando interés. Los ojos dicen mucho por sí mismos. Por ejemplo, evitar los ojos del entrevistador o mirar para abajo continuamente muestra timidez excesiva y falta de iniciativa.
Trata de sonreír pero sin que parezca forzado: Una persona sonriente da mejor imagen a primera vista que alguien serio y más distante.
Cuidado con los tics nerviosos: nada de morderse los labios, ni las uñas ni tocarse los anillos o jugar con un bolígrafo. Esto es una muestra clara de inseguridad y nerviosismo.
La postura corporal hay que cuidarla: Debemos sentarnos rectos y evitar cruzar los brazos y las piernas. Por supuesto nada de apoyarse en el respaldo cómodamente echándose hacia atrás, ya que muestra desinterés. Los brazos pueden estar apoyados en la mesa, pero sin usarlos para apoyar la barbilla y evitando mover las manos nerviosamente.
Hablar gesticulando pero sin excesos: Al hablar, los gestos pueden reforzar nuestro mensaje pero hay que tener cuidado en no cometer excesos. Es recomendable hablar con las palmas de la mano abiertas hacia arriba ya que muestra sinceridad.
Mirar al entrevistador a la cara es muy importante así como asentir mostrando interés. Los ojos dicen mucho por sí mismos. Por ejemplo, evitar los ojos del entrevistador o mirar para abajo continuamente muestra timidez excesiva y falta de iniciativa.
Trata de sonreír pero sin que parezca forzado: Una persona sonriente da mejor imagen a primera vista que alguien serio y más distante.
