lunes, 10 de diciembre de 2012

Algunas cosas a evitar en una entrevista de trabajo.



Conseguir llegar a realizar una entrevista de trabajo en los tiempos que corren no es una tarea fácil.  Las empresas reciben diariamente decenas de currículums, por lo que cuando van a realizar una selección de personal se encuentran con una montaña de currículums  de gente sobradamente preparada. Es por ello que cuando al fin conseguimos que nos llamen para realizar una entrevista debemos ir a por todas, tratando de convencer al entrevistador de que somos las personas más adecuadas para el puesto.  Hay que tener en cuenta que en un mercado hipersaturado como el actual, cualquier error que cometamos, por pequeño que sea puede suponer la diferencia entre conseguir el trabajo o continuar en el paro.

Si bien es cierto que cada entrevistador es un mundo y que para cada puesto se esperan cosas diferentes, hay ciertas cosas que a ningún entrevistador le va a parecer bien. A continuación trataremos de detallar algunas de ellas.

La improvisación. A no ser que vayas a hacer un casting para actuar en una obra de teatro, olvídate de las improvisaciones. Las entrevistas se deben preparar como si fuera un examen. Debes conocer la empresa como si ya trabajases allí y debes tener muy claro a qué puesto estas optando y que se espera de ti. Para ello se debe investigar a la empresa al máximo. Internet nos puede ayudar mucho en esta labor. Hay que pensar que cualquier información puede ser útil.  Si tienes algún contacto en la empresa en cuestión puede ser buena idea contactar con él y preguntarle sobre la empresa y sobre en entrevistador. Es importante también intentar sacar toda la información posible de la oferta de empleo, haciéndonos un perfil lo más exacto posible de lo que quieren encontrar. 

La impuntualidad. Debemos tener cuenta que las primeras impresiones en las entrevistas son muy importantes. Ya que aunque habitualmente cuando conocemos a alguien, las primeras impresiones pueden cambiar, en una entrevista una mala impresión nos descartará para el puesto casi sin dudarlo. Y no hay pero primera impresión que la impuntualidad.

Ir vestido de manera inapropiada. La forma en la que vas vestido va a influir en la primera impresión que causes al entrevistador, por ello cuando vamos a una entrevista de trabajo es aconsejable elegir bien nuestro vestuario. Hay que intentar vestir siempre de manera formal, pero adecuando nuestro vestuario al puesto que estemos solicitando.  Lo que sí que debemos evitar es llamar la atención con nuestro vestuario. ¡Así que nada de extravagancias!

Ir acompañado. A las entrevistas se va solo. Ir acompañado es una muestra de inseguridad y aunque no lo pensemos influirá en la decisión del entrevistador.

Las interrupciones. Antes de entrar a la empresa donde va a tener lugar la entrevista debemos apagar el móvil o al menos silenciarlo. Que nos suele el móvil en medio de la entrevista puede molestar al entrevistador.

Mostrarse nervioso. Todo el mundo está nervioso, pero la forma de controlar la ansiedad muestra la diferencia entre unos y otros candidatos. Así que hay que tratar de respirar y mostrarte lo más seguro posible. Es necesario entrar a la entrevista pensando que somos los candidatos idóneos para el puesto. Creer en nosotros es algo que se trasmite a los demás.

Decir lo que el entrevistador quiere oír. Hay que tratar de ser sinceros y decir lo que se piensa. No vale de nada mentir en la entrevista. Los entrevistadores hacen muchas entrevistas y distinguen perfectamente cuando alguien está mintiendo o exagerando.

No hacer preguntas. Se supone que te interesa el empleo y seguro que hay cosas que quieres saber. Debes tratar de hacer todas las preguntas que tengas, eso sí, en el momento adecuado y sin interrumpir.

Hablar mal de tu trabajo anterior o de tus jefes. Nunca critiques a tus jefes. Piensa que el entrevistador no te conoce y puedes dar la sensación de ser un criticón y de no ser de fiar.

Preguntar sobre las vacaciones, el sueldo ó el horario de trabajo. Claro que es importante, pero no debe parecer que es lo que más nos importa.  Piensa que lo más probable es que el mismo entrevistador termine contándote todas estas cosas.

Responder sin pensar. Tomate un momento tras cada pregunta para contestar, no te atropelles hablando. Hablar despacio y con calma da sensación de seguridad.

En definitiva, hay que tratar de ir a las entrevistas lo más tranquilo posibles, teniendo muy claro que somos lo que la empresa necesita. Es la única forma de salir airoso de una entrevista.

3 comentarios:

  1. En Joan Petit quan balla balla balla balla

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  2. Muy interesante el artículo unos consejos muy útiles para tener éxito en la entrevista. A modo de complemento me gustaría añadir un vídeo en el que se ofrecen consejos sobre cómo preparar una entrevista de trabajo.

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