Conseguir llegar a realizar una entrevista de
trabajo en los tiempos que corren no es una tarea fácil. Las empresas reciben diariamente decenas de
currículums, por lo que cuando van a realizar una selección de personal se encuentran
con una montaña de currículums de gente
sobradamente preparada. Es por ello que cuando al fin conseguimos que nos
llamen para realizar una entrevista debemos ir a por todas, tratando de
convencer al entrevistador de que somos las personas más adecuadas para el
puesto. Hay que tener en cuenta que en
un mercado hipersaturado como el actual, cualquier error que cometamos, por
pequeño que sea puede suponer la diferencia entre conseguir el trabajo o
continuar en el paro.
Si bien es cierto que cada entrevistador es un mundo
y que para cada puesto se esperan cosas diferentes, hay ciertas cosas que a ningún
entrevistador le va a parecer bien. A continuación trataremos de detallar
algunas de ellas.
La
improvisación. A no ser que vayas a hacer un casting
para actuar en una obra de teatro, olvídate de las improvisaciones. Las entrevistas
se deben preparar como si fuera un examen. Debes conocer la empresa como si ya
trabajases allí y debes tener muy claro a qué puesto estas optando y que se
espera de ti. Para ello se debe investigar a la empresa al máximo. Internet nos
puede ayudar mucho en esta labor. Hay que pensar que cualquier información puede
ser útil. Si tienes algún contacto en la
empresa en cuestión puede ser buena idea contactar con él y preguntarle sobre
la empresa y sobre en entrevistador. Es importante también intentar sacar toda
la información posible de la oferta de empleo, haciéndonos un perfil lo más
exacto posible de lo que quieren encontrar.
La
impuntualidad. Debemos tener cuenta que las primeras
impresiones en las entrevistas son muy importantes. Ya que aunque habitualmente
cuando conocemos a alguien, las primeras impresiones pueden cambiar, en una
entrevista una mala impresión nos descartará para el puesto casi sin dudarlo. Y
no hay pero primera impresión que la impuntualidad.
Ir
vestido de manera inapropiada. La forma en la que vas
vestido va a influir en la primera impresión que causes al entrevistador, por
ello cuando vamos a una entrevista de trabajo es aconsejable elegir bien
nuestro vestuario. Hay que intentar vestir siempre de manera formal, pero
adecuando nuestro vestuario al puesto que estemos solicitando. Lo que sí que debemos evitar es llamar la atención
con nuestro vestuario. ¡Así que nada de extravagancias!
Ir
acompañado. A las entrevistas se va solo. Ir
acompañado es una muestra de inseguridad y aunque no lo pensemos influirá en la
decisión del entrevistador.
Las
interrupciones. Antes de entrar a la empresa donde va a
tener lugar la entrevista debemos apagar el móvil o al menos silenciarlo. Que nos
suele el móvil en medio de la entrevista puede molestar al entrevistador.
Mostrarse
nervioso. Todo el mundo está nervioso, pero la forma de
controlar la ansiedad muestra la diferencia entre unos y otros candidatos. Así
que hay que tratar de respirar y mostrarte lo más seguro posible. Es necesario
entrar a la entrevista pensando que somos los candidatos idóneos para el
puesto. Creer en nosotros es algo que se trasmite a los demás.
Decir
lo que el entrevistador quiere oír. Hay que tratar de ser
sinceros y decir lo que se piensa. No vale de nada mentir en la entrevista. Los
entrevistadores hacen muchas entrevistas y distinguen perfectamente cuando
alguien está mintiendo o exagerando.
No
hacer preguntas. Se supone que te interesa el empleo y
seguro que hay cosas que quieres saber. Debes tratar de hacer todas las
preguntas que tengas, eso sí, en el momento adecuado y sin interrumpir.
Hablar
mal de tu trabajo anterior o de tus jefes. Nunca
critiques a tus jefes. Piensa que el entrevistador no te conoce y puedes dar la
sensación de ser un criticón y de no ser de fiar.
Preguntar
sobre las vacaciones, el sueldo ó el horario de trabajo.
Claro que es importante, pero no debe parecer que es lo que más nos importa. Piensa que lo más probable es que el mismo
entrevistador termine contándote todas estas cosas.
Responder
sin pensar. Tomate un momento tras cada pregunta
para contestar, no te atropelles hablando. Hablar despacio y con calma da sensación
de seguridad.
En definitiva, hay que tratar de ir a las
entrevistas lo más tranquilo posibles, teniendo muy claro que somos lo que la
empresa necesita. Es la única forma de salir airoso de una entrevista.
En Joan Petit quan balla balla balla balla
ResponderEliminarMuy interesante el artículo unos consejos muy útiles para tener éxito en la entrevista. A modo de complemento me gustaría añadir un vídeo en el que se ofrecen consejos sobre cómo preparar una entrevista de trabajo.
ResponderEliminarNada nuevo.
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