miércoles, 31 de octubre de 2012

Cosas útiles a tener en cuenta antes de irte al extranjero


Continuamos con el tema de irnos al extranjero.  En el post de hoy hablaremos de diversos temas que es interesante tener en cuenta cuando decidimos probar suerte en el extranjero, especialmente cuando lo que buscamos es un empleo relacionado con nuestros estudios.

Para empezar, hay que tratar de averiguar si nuestra profesión está regulada o no en el país de destino. Es decir, si está restringida a personas con una titulación en concreto o si por el contrario cualquiera con unos estudios parecidos puede ser contratado.

 Además, es conveniente averiguar cuáles son los trámites que debemos seguir para que nuestros estudios sean convalidados en el país anfitrión. Estos trámites son diferentes según el país, y puede llevar un tiempo conseguir la homologación de nuestros estudios. En Europa, la homologación de nuestros estudios suele ser muy sencilla, si es que es necesaria, que en muchos casos no lo es. Pero si nos planteamos trabajar fuera de Europa es conveniente que tengamos estos trámites claros antes de ir.

Sobra decir que es muy interesante tener unos conocimientos básicos del idioma del país al que quieres ir y que tener un dominio alto del inglés es algo sino básico, muy recomendable.  Sí que es cierto, que dependiendo del puesto, las habilidades lingüísticas exigidas serán diferentes, pero nunca está de más, antes de lanzarnos a la aventura, hacer algún curso de inmersión en la lengua del país.

Otra cosa a tener en cuenta antes de emprender el viaje es conocer cuáles son  los documentos legales que nos pueden pedir. Por supuesto, debemos tener el pasaporte o DNI en regla para viajar a cualquier país. Pero, va a haber países que nos exijan visados, permisos de trabajo… Es por ello, que una vez que tengamos claro el país al que queremos trasladarnos, es recomendable que investiguemos sobre qué es exactamente lo que nos van a pedir.

Una vez que una empresa se ha interesado por nosotros en el país y antes de trasladarnos sería interesante que consigamos que nos envíen un contrato o compromiso de la empresa, asi como una confirmación de lo que vamos a cobrar. Esto nos dará una seguridad y nos evitará posibles sorpresas desagradables. Esto también se aplica si vamos con una beca. Debemos ir con las condiciones bien claras desde aquí. (Tiempo que dura el contrato, empresa en la que se va a realizar la beca, remuneración, tipo de alojamiento en el caso que esté incluido…)

También es necesario, si te trasladas a un país de la Unión Europea, conseguir la Tarjeta Sanitaria Europea e informarte de cuáles son los acuerdos sanitarios que existen entre tu país y el país de destino. Si tu destino se encuentra fuera de la UE, tal vez sea conveniente que contrates además un seguro privado para evitar sustos o imprevistos y que te informes de cómo funciona la sanidad en el país.

Otra cosa que debes hacer antes incluso de trasladarte es buscar información sobre los papeles que tienes que hacer para poder trabajar. Aunque es cierto que en Europa hay libertad de movimiento, la mayoría de los países te exigen algún tipo de papeleo para poder trabajar. Y ya no hablemos de otro tipo de países, en los que los papeleos que necesitas para poder trabajar pueden ser interminables.

Por último, es interesante abrir una cuenta en el país al que vayas. Más que nada porque es la única forma de que te puedan pagar y la forma más cómoda y barata de disponer de tu dinero. Aunque tengas cuenta en un banco internacional con presencia en el país no es suficiente y es recomendable que te abras una cuenta allí. Hay que tener en cuenta que a veces te cobran por esta apertura o te exigen que presentes algún tipo de documentos. Conviene investigar el tema.

lunes, 29 de octubre de 2012

Irse a trabajar a otro país es una opción (Buscando una oportunidad)

Hace unos días publicaron la última encuesta de población activa, uno de los indicadores más fiables del mercado de trabajo en España. En ella podíamos ver como el paro en nuestro país ha vuelto a subir. En este caso hasta llegar al 25% de la población activa. Esto significa que ¡ una de cada cuatro personas que busca empleo en nuestro país no lo encuentra!.  Y este porcentaje es todavía mayor entre la gente joven. (Que bien otro motivo más  para llamarnos generación perdida). 

El oír esto desmoraliza bastante y las frases tipo nunca voy a encontrar un trabajo y menos relacionado con lo que yo he estudiado o nunca me podre ir de casa retumban en nuestras cabezas con más fuerza si cabe.  Así que muchos de nosotros comenzamos a trazar planes para poder salir de esta espiral y uno de los planes que cada vez está calando más entre la gente joven es  ir a buscar trabajo a otro país. 

Irse a otro país… no parece mala idea  tal y como están las cosas.  Alemania, Inglaterra, los países del norte son los países que más suenan en nuestras cabezas. Algunos, los más valientes, se plantean opciones más lejanas, Sudamérica,  Canadá, Australia, la India… Aunque ir a trabajar a estos países es más complicado.
Una vez que hemos tomado la decisión de irnos fuera a trabajar, la siguiente pregunta que se nos viene a la cabeza es… pero, ¿por dónde empiezo?,  ¿me voy  directamente al país y busco un empleo allí? o ¿trato de buscar desde aquí?  Irse a la aventura puede ser eso, una aventura, pero lo más seguro y lo menos arriesgado es comenzar a buscar algo desde aquí. Si bien es cierto que estando en el país es más fácil moverse y encontrar oportunidades, es mucho más seguro irse con algo desde el propio país de origen. Puede ser una beca o un trabajo que aunque no sea exactamente lo que buscamos nos permita instalarnos en el país y una vez allí explorar el mercado laboral. 

Pero antes de ponernos como locos a buscar empleo debemos  traducir nuestro currículum y crear una carta de presentación en el idioma del país. Debemos asegurarnos de que este bien escrita, sin fallos gramaticales ni ortográficos y los más adaptada posible a los requerimientos del país. Para ello puede ser interesante ver ejemplos de currículums de candidatos del país en cuestión y una vez que tengamos nuestro currículum redactado sería conveniente que se lo dejáramos a alguien con buen nivel en el idioma para que nos corrigiera posibles fallos.

Existe también un currículum Europeo ( Europass) que pretende unificar criterios y terminar convirtiéndose en un estándar europeo. Este tipo de currículum se suele solicitar cuando quieres optar a una beca pero, en  la mayoría de las empresas, prefieren aún el currículum  tradicional. 

Una vez que tengamos el currículum, es hora de ponernos a buscar empleo o becas ( lo que nos interese). Las oficinas de empleo y las agencias de colocación tienen cada vez más ofertas de becas y empleos de becas en el extranjero.  Aunque debemos tener en cuenta que las agencias de colocación te cobran por encontrarte un empleo y que estos no siempre son de muy buena calidad.  Así, que si decidimos contratar una agencia de colocación, debemos estar muy seguros de donde nos mandan y las condiciones antes de aceptar o firmar nada.

Además, puede ser interesante mirar en la página de Eures (una red de cooperación destinada a facilitar la libre circulación de los trabajadores en el marco del Espacio Económico Europeo; Suiza también participa en ella, coordinada por la comisión europea que cuenta con los servicios públicos de empleo, sindicatos y organizaciones patronales como socios), si lo que nos interesa es movernos a un país Europeo.
Si nos puede interesar trabajar en alguna Organización Internacional, podemos mirar empleos en sus respectivas páginas web. Aunque debemos tener en cuenta que para acceder a muchos de los puestos en estas organizaciones deberemos superar algún examen.  

Además, las oficinas de empleo de los diferentes países publican también ofertas en Internet, por lo que podemos inscribirnos fácilmente.  También podemos mirar  en nuestra universidad o centro de estudios, ya que a veces ofrecen ofertas para titulados o becas que pueden ser interesantes.
Otra opción, es buscar empresas en las que creamos podemos encajar y presentar nuestro auto candidatura. Es cierto que puede no servir para nada, pero a lo mejor, acertamos y justo cuando se lo mandamos, andan buscando a alguien con nuestro perfil. 

Es interesante cuando mandamos nuestras candidaturas ya sea directamente a las empresas o a través de alguna oficina de empleo del propio país, que contemos con un número de teléfono de contacto del propio país.  Es más fácil conseguir que te llamen si ven un número de teléfono del país, que si ven un teléfono internacional.

Últimamente, con esto de la crisis, cada vez se oye más en las noticias de países o empresas que buscan  reclutar jóvenes profesionales en nuestro país. Así que es interesante estar atentos a diferentes noticias de este tipo que puedan aparecer. Os dejo algunos ejemplos a continuación. 


En los próximos post, indagaremos un poco más en como comenzar una vida en otro país, así que ¡no os los perdáis!

viernes, 26 de octubre de 2012

Fallos a evitar en una carta o mail de presentación

Cuando mandamos un currículum, ya sea entregándolo en mano o enviándolo por carta o mail, solemos adjuntar una pequeña carta de presentación (y si no lo hacemos deberíamos comenzar a hacerlo) contando brevemente quiénes somos y que queremos. Pero muchas veces no damos a estas cartas la importancia suficiente y cuidamos mucho menos las formas en ellas que el propio currículum. Simplemente la adaptamos de alguna que hemos visto en internet o escribimos una carta tipo que enviamos sea cual sea el puesto que solicitemos.

Aunque nos parezca poco importante, estas cartas de presentación son el primer contacto con las empresas en las que estamos interesados en trabajar. Y una carta de presentación genérica o mal escrita puede hacer que, aunque seamos el candidato ideal, no pasemos ni siquiera a que lean nuestro currículum.

En este post vamos a intentar dar seis pinceladas de errores que no debemos cometer a la hora de escribir una carta de presentación.

No debe ser genérica: Cuando escribimos una carta de presentación debemos tener en cuenta el puesto de empleo que queremos conseguir y las características de la empresa a la que estamos escribiendo. Con todo esto, debemos escribir una carta lo más personalizada posible, resaltando en ella aquellos valores positivos que nosotros tenemos y que consideramos importantes para el puesto de trabajo en cuestión.

No vale de nada escribir una carta tipo. A nadie le gusta ser una parte más de una cadena de mails, y los empleadores no son una excepción. Si en cambio, mediante la carta se muestra que ha habido un interés por conocer la empresa y que está escrita específicamente para ese puesto de trabajo, la respuesta será mucho más positiva por su parte.

Por todo ello debemos tratar de dirigir la carta a personas concretas, evitando comienzos como Estimados Señores o a quien corresponda. En caso de no saber quien es el responsable de RRHH, se puede comenzar de la siguiente manera:

Attn. dpto. de RRHH;

Hay que especificar el puesto que solicitamos: Escribir una carta a una empresa diciendo que estamos muy interesados en trabajar allí, es como no decir nada. ¿De qué queremos trabajar? ¿Queremos un puesto en la limpieza de la empresa, en el departamento de recursos humanos, de ingeniero de proyectos…? Hay que dejar las cosas bien claras desde el principio. Ya sé que a veces parece que así nos cerramos puertas ya que hay varios puestos en los que pensamos que podemos encajar, pero las empresas también valoran la decisión y la especialización, por lo que siempre es mejor concretar qué puesto estamos solicitando.

No debemos excedernos en la extensión: Las personas que van a recibir tu carta probablemente estén muy ocupados y tengan apenas unos minutos para leer tu carta. Así que no te extiendas demasiado. Sé concreto. Cuéntales en que estas interesado y porque deben concederte una entrevista de trabajo. Que puedes aportar tú de diferente a ese puesto. Si quieren más detalles sobre tu formación, experiencia u otras materias la pueden encontrar en tu currículum, así que no la repitas.

No debemos incluir todos nuestros logros y aficiones: aunque a ti te parezca importantísimo tu participación en proyectos solidarios o en algún club o te sientas muy orgulloso de haber conseguido un premio, evita incluirlo en tu carta de presentación a no ser que este muy relacionado con el puesto en cuestión.

Tampoco incluyas tus aficiones. A nadie le importa a que dedicas tu tiempo libre, solo necesitan a alguien profesional capaz de desempeñar unas labores determinadas. Es de eso de lo que les tienes que convencer.

Evitaremos faltas de ortografía y gramática: Aunque cada vez más gente joven piensa que eso de la ortografía y la gramática son cosas del pasado y que lo importante es el contenido. No os engañéis, una carta con faltas de ortografía da una imagen de poca profesionalidad y de incultura. Dos valores que no son muy positivos para encontrar empleo.

Debemos ser serios y evitar pasarnos de creativos o pedantes. Estamos solicitando un puesto de trabajo no enviando un mail a un amigo. Así, que es conveniente seguir ciertos protocolos. Además no es conveniente ir de listillos y tratar de ser demasiado creativos. La creatividad está muy bien, y es perfecto dar un toque de originalidad a la carta, pero en su justa medida. Debemos recordar que nuestra intención es dar una imagen de profesionalidad y convencer a la persona que reciba la carta de que debe, al menos, darnos la oportunidad de tener una entrevista.

No es conveniente incluir un horario de contacto: A no ser por trabajo, no es recomendable poner un horario de contacto. Da imagen de poca disposición. Si a la empresa la pones dificultades para contactar contigo, es probable que pase al siguiente de la lista.

A continuación os dejo un enlace que me ha parecido interesante sobre el tema de las cartas de presentación, que aunque a mí me parece un poco extremo, nos puede dar la idea de la importancia de estas cartas.

http://es.finance.yahoo.com/blogs/finyahoofinanzases/humillado-p-blicamente-empresa-enviar-curr-culum-132614810.htm

jueves, 25 de octubre de 2012

¡Sí, sí que queremos irnos!



En los últimos días he leído cientos (bueno igual estoy exagerando un poco), decenas de artículos en los que se habla de que, según datos del estudio Jóvenes y Emancipación elaborado por la Fundación Contra laDrogadicción (FAD) y la Obra Social Caja Madrid,  los jóvenes españoles no nos emancipamos de media hasta los 29 años debido en gran medida a los problemas que tenemos para encontrar trabajo, al precio de la vivienda y en menor medida a la falta de ayudas públicas y a la cultura de apego a la familia.

Hasta aquí, no tengo nada que objetar, es cierto que tardamos más que en otros países europeos en irnos de casa. Pero en lo que no estoy de acuerdo es con algunas conclusiones que se sacan tras leer este informe. Estoy un poco cansada de esa etiqueta  de que los jóvenes de hoy en día estamos muy cómodos en casa de nuestros padres y no estamos dispuestos a perder calidad de vida independizándonos.  Y me niego a seguir alimentándolo. 

Pero, ¿de qué calidad de vida estamos hablando?  Vivir con nuestros padres a partir de una determinada edad  significa no poder comenzar a crear una familia o un proyecto de vida independiente,  no tener capacidad para seguir creciendo y desarrollándote como persona, en definitiva continuar siendo un adolescente a los 30 años.

Y no voy a negar, que hay un porcentaje de gente de nuestra generación que piensa que como en casa de papá y mamá no se vive en ninguna parte o al menos quieren pensar esto para no desesperarse al pensar que realmente no se van porque no se atreven o porque en ese momento no pueden o no saben cómo hacerlo. Pero, en mi opinión, llega una edad en la que la mayoría de los jóvenes está deseando independizarse y trata de hacer todo lo posible para conseguirlo (aunque a veces no es fácil). 

Pero, lo que sí que es cierto, o al menos yo tengo esa sensación,  es que en los últimos tiempos el  miedo se está apoderando de nuestra generación (y no sin razón). Miedo a salir al mundo, miedo al fracaso, a no conseguir mantenerte y tener que volver a casa de papá y mamá. Y no es un miedo poco fundado, solo hay que leer el periódico o ver los telediarios  para que te den ganas de meterte debajo de las sabanas y no salir. Total… si vamos a fracasar es mejor no intentarlo. 

Pero problemas ha habido en todas las épocas, nuestros abuelos vivieron una guerra, nuestros padres varias crisis. Bueno pues ahora nos toca a nosotros… De esta, seguro que salimos (o al menos es lo que quiero pensar). Pero como vamos a vivir mientras tanto depende mucho de nosotros. Tenemos dos opciones quedarnos en el sofá de casa de nuestros padres cómodos y calentitos y esperar a que la tormenta pase. O salir, con el riesgo que nos caiga la tormenta encima, pero con la satisfacción de que por lo menos lo hemos intentado. La segunda opción es cierto que es más dura, pero a la larga es más satisfactoria (o al menos eso espero) y es la única que puede darnos algún resultado.

No tenemos dejar que nos consideren cómodos, adolescentes perpetuos o cobardes.  No lo somos. La mayoría de nosotros estamos tratando de sacarnos las castañas del fuego como podemos, currando en lo que podemos y haciendo todo lo posible para comenzar nuestra vida de adultos.

miércoles, 24 de octubre de 2012

¿Y si monto algo por mi cuenta? Ventajas e inconvenientes de convertirte en un freelance

A  muchos de nosotros se nos ha ocurrido en algún momento dado, bien porque no encontramos un trabajo o porque el que tenemos dista mucho de nuestras expectativas, ponernos a trabajar por nuestra cuenta. Hacernos autónomos o como se dice ahora trabajar como freelance. Pero bien por miedo o porque pensamos que no tenemos la suficiente experiencia en el sector o porque no tenemos muy claro por dónde empezar rechazamos o aplazamos la idea y seguimos con nuestra vida. 
Pero a veces, y en épocas como la actual  puede ser un buen momento, debemos dejar nuestros miedos e inseguridades de lado y lanzarnos  la aventura. Siempre es mejor eso, que desesperarnos porque no encontramos ningún trabajo. Eso sí, no pensemos que va a ser una tarea fácil, ponerse a trabajar por cuenta propia es un camino muy duro y largo que tarda en dar resultados y muchas veces exige más trabajo y responsabilidades que un empleo por cuenta ajena.
Para todos aquellos que estáis pensando en que ser freelance (autónomo) puede ser una buena opción, os dejo aquí algunas de las principales ventajas e inconvenientes del trabajo por cuenta propia. Espero que sirva al menos para aclarar a alguien o al menos para daros una visión más del trabajo freelance.
Empezare con las ventajas.
Trabajamos de lo que nos gusta: Cuando decidimos montar algo por nuestra cuenta, normalmente elegimos trabajos que nos gustan o se nos dan bien. Trabajamos “de lo nuestro” y tenemos la posibilidad de aprender nuestro oficio o nuestra profesión, haciendo labores de todo tipo.
Tenemos una mayor independencia: Podemos decidir cómo hacer las cosas, así como nuestros horarios, la forma de trabajar, como dirigir nuestro proyecto… No tenemos que dar cuenta a un jefe.  
El horario es más flexible: Podemos decidir nuestra jornada de trabajo, por lo que es más facil conciliar el trabajo con otros asuntos personales, con la posibilidad de seguir formándonos…
Es una fuente de experiencia: Salga bien o salga mal, seguro que durante la época que trabajas por tu cuenta aprendes muchísimas cosas tanto relacionadas con tu profesión como de gestión y organización de proyectos.
Es una fuente de oportunidades: Gracias a internet, podemos encontrar proyectos interesantes en ciudades que no sean la tuya y además ser freelance nos da la oportunidad trabajar con diferentes empresas. En la actualidad, además muchas empresas prefieren contratar a un freelance para realizar proyectos que contratar un asalariado, por lo que las opciones de trabajo son mayores.
Aunque así expuesto el trabajo freelance parece muy bonito, también tiene sus partes negativas. A continuación pasaré a detallar algunos de estos puntos negativos.
Los horarios: Si, ya sé que he dicho que tú eliges tus  propios horarios, pero normalmente los freelances acaban estando disponibles 24 horas al día los siete días de la semana. Al ser tú propio jefe y trabajar en tu propio proyecto, la exigencia suele ser mayor. Así, que generalmente se acaba trabajando muchísimas horas. 
La inseguridad: Cuando trabajas por cuenta ajena, tienes un sueldo establecido y  las fechas de cobro son siempre las mismas lo que te permite una mejor organización a la hora de cubrir tus gastos. Trabajando de autónomo no todos los meses ganaras lo mismo. Habrá meses que factures mucho y otros que apenas factures, por lo que deberás aprender a adaptar tus gastos y a tener reservas para los meses peores.
La soledad: Los freelance trabajan habitualmente solos. Si, que tienen contacto con los clientes (muchas veces por teléfono o por Skipe), pero  la mayor parte del tiempo trabajan solos, sin compañeros. Esto puede hacer que se sientan aislados del mundo exterior y no se consideren parte al mundo laboral.
Tener muchos jefes: Es cierto que el freelance no tiene un jefe directo, trabaja para sí mismo. Pero también es cierto que cada empresa para la que trabaja es un cliente ( un jefe), al que hay que dejar satisfecho. Por lo que a veces es muy difícil compatibilizar todos los clientes ya que todos ellos te exigen como si fueran únicos.
Falta de autodisciplina:
Trabajando por tu cuenta es más difícil mantener la disciplina. Hay que tener mucho control,  evitar frases como ya lo haré mañana y no caer en la tentación de distraerte constantemente. Al no tener a nadie que controle lo que haces, tienes que ser capaz de autoexigirte tu mismo. Eso si buscando el equilibrio, que también es muy fácil convertirte en un adicto al trabajo y dedicar a tu proyecto muchas más horas de las debidas.  

lunes, 22 de octubre de 2012

Becas en el extranjero: Cuatro personas nos cuentan sus experiencias

Continuamos con el tema de las prácticas en el extranjero, dejando que nos cuenten sus experiencias cuatro personas, que decidieron en un momento dado aprovechar la oportunidad de irse fuera. Todos ellos se fueron pensando que sería una experiencia única, una oportunidad para mejorar sus currículums y de aprender o perfeccionar un idioma.

Veamos que nos cuentan, una  vez vivida la experiencia:

Unai (diplomado en turismo):

El Gobierno Vasco me dio una beca para trabajar un año en la Oficina Española de Turismo en Londres.  Estas oficinas son el canal de promoción turística de Turespaña en el extranjero.  Y en ellas, en la época en la que yo fui, había becarios tanto de Turespaña como de algunas CCAA. Creo que en la actualidad el Gobierno Vasco ya no las ofrece.

Dentro del Turismo, yo siempre quise dedicarme a algo relacionado con la promoción exterior de destino y tenía muy claro que quería solicitar esta beca. Pensaba que me serviría como trampolín para trabajar en la promoción exterior de Euskadi dentro del Departamento de Promoción del Gobierno Vasco en una agencia que se iba a crear a tal efecto, Basquetour.   Finalmente no fue así, pero mira por dónde ahora me dedico a algo muy similar pero en contacto directo con el cliente a quién va dirigida esa promoción.

Fue un año extraordinario, personal y profesionalmente. Hice un montón de contactos y amigos que aún conservo y con los que sigo en contacto. Y a nivel profesional, además de participar en la organización de eventos de todo tipo, me dio la oportunidad de tener una visión global del turismo. Como casi todos, pasé por el departamento de información, promoción y prensa.

Así que, si me preguntas si lo recomendaría te diría que sí con los ojos cerrados,  pero no sólo esta experiencia o esta beca que yo realice sino cualquier otra  Probablemente si me la dieran ahora diría que no, pero en aquel momento recién salido de la universidad...sin duda.
Ane (Licenciada en Empresariales)

Conseguí una beca Leonardo da Vinci para ir a Inglaterra través de BBK Gazte Lanbidean. Mi idea era ir a Irlanda, pero salió la oportunidad de ir a Inglaterra y decidí aprovecharla. La beca duró tres meses en los cuales dos semanas eran para perfeccionar el idioma y los dos meses y medios restantes para trabajar en una empresa local. En mi caso, trabaje en el hospicio "the rowans hospice", en el departamento financiero y en el departamento de marketing.


Creo que en ese tipo de experiencias sobre todo se aprende a interactuar con personas en un idioma que no es el propio y por lo tanto a sacarte las castañas del fuego. Además también te aleja de la gente de tu entorno, aprendiendo a relacionarte con gente nueva desde cero. También creo que el vivir con una host family (una familia de acogida) te hace adaptarte a otras culturas y a ser parte de ellas (comida, horarios, hábitos...).

Para mí la experiencia en general fue muy positiva, ya que fue un punto de inflexión que me ayudó a decidir reorientar mi carrera profesional hacia la docencia. Recomendaría este tipo de experiencia a toda persona abierta a seguir evolucionando tanto como persona como profesionalmente.

Begoña (Licenciada en Publicidad y RRPP)

Yo he tenido la oportunidad durante los últimos años de acceder a dos becas en el extranjero. La primera de ellas,  fue  una beca Leonardo da Vinci que estaba gestionada por la fundación Novia Salcedo, para ir a  Edimburgo a trabajar en la ONG Peace&Justice durante cuatro meses.

La beca, en cuestiones económicas era un poco escasa para vivir en un país Europeo, pero la experiencia en general fue bastante positiva. En la ONG nos trataron genial. Nos daban total libertad para hacer y proponer. Hacíamos de todo: desde escribir artículos en la newsletter, hasta pintar pancartas para eventos antinucleares que organizaban o atender el mercadillo que tuvieron montado durante el mes de agosto en frente de la ONG.  Mi jefa no era una experta en comunicación ni mucho menos, pero con los pocos recursos que tenían y un poco de imaginación hacía maravillas, así que aprendí mucho, la verdad.

La otra beca que tuve la oportunidad de hacer fue una beca llamada Integrants, gestionada  por la universidad de la Rioja con la que me fui a Nueva York a trabajar a Turespaña.  La experiencia laboral fue buenísima. Estaba en el departamento de prensa y hacía de todo. Clipping, organización de eventos promocionales, notas de prensa, un poco de plan de medios, organizar viajes de prensa organizados a España, ayudar a periodistas para sus artículos sobre España (fotos, datos estadísticos...)…

Iñigo (Graduado en Empresariales)

Estuve en Portsmouth, en el sur de Inglaterra, durante aproximadamente  3 meses con una beca Leonardo da VInci. De la beca me enteré porque me llegó un correo de la universidad con información.

Realmente, aunque vivía en Portsmouth, las prácticas las realizaba en Southampton, en una academia de inglés, trabajando en la recepción desarrollando principalmente las funciones de atención  al público.

A parte de aprender cómo se trabaja en el extranjero, mejore mucho el idioma, por lo que considero esta experiencia como muy positiva y la recomendaría a todo el mundo.

viernes, 19 de octubre de 2012

Ventajas e inconvenientes de las becas en el extranjero.


Irse fuera es hoy en día, una de las pocas opciones que vemos muchos de nosotros para comenzar nuestra carrera  profesional. Y aunque parezca difícil, es bastante sencillo encontrar una beca para irnos fuera, solo es cuestión de paciencia, de investigar mucho en la red, y de elegir la que más nos convenga. Eso sí, habitualmente para optar a las becas, hay que tener un conocimiento del idioma del país de destino, y  a veces, sí que se pide un buen curriculum, o experiencia previa. Pero, el abanico es bastante amplio, y si buscamos bien, seguro que encontraremos alguna que se adapte a nuestras necesidades.


 Hoy trataremos de acercarnos un poco más a las ventajas e inconvenientes de realizar prácticas en el extranjero. Yo,  pero es solo mi opinión, veo muchas más ventajas que inconvenientes. Sí es cierto que dejamos aquí a nuestra familia y a nuestros amigos y que nos vamos a un sitio con costumbres diferentes, pero, a no ser que decidamos quedarnos por nuestra cuenta, las becas tienen una duración determinada y tanto nuestros amigos como nuestra familia estarán aquí cuando volvamos. Pero lo que vamos a aprender allí es algo que solo podremos aprender si decidimos irnos.


Para empezar, mejoraremos el idioma (a no ser que vayamos a un país de habla hispana).  Hay que pensar que trabajaremos y viviremos en otro idioma diferente, por lo que la inmersión será total o casi (ya que todos terminamos por juntarnos, estemos donde estemos, con personas de nuestro propio país).  Sí que es verdad, que si queremos aprovechar la oportunidad al máximo, deberemos hacer esfuerzos extras para perfeccionar el idioma, ya sea yendo a clases, viendo la tele, escuchando la radio, leyendo libros, tratando de tener contacto con la gente local…  Pero, también es cierto que ya solo el trabajar con personas que no hablan tu idioma y tener que defenderte en un idioma, que aunque domines no es el tuyo, te hace aprender mucho.


Pero no es solo el idioma lo que se aprende, ni siquiera es lo más importante, cuando te vas a hacer una beca fuera, trabajas con gente con una cultura totalmente diferente a la tuya y con formas de trabajar también diferentes, lo que ayuda a tener una visión más global del mundo del trabajo y de tu profesión. Si vas con una mente abierta, y no pensando que como tu cultura  no hay ninguna, podrás ver e incorporar nuevas formas de hacer las cosas, que te servirán en tu futuro profesional.


Convivir con gente diferente, salir del ambiente en el que siempre te has movido, tener que sacarte las castañas del fuego solo sin poder recurrir a nadie, te hará más independiente y te dará habilidades que no podrías haber adquirido de otra forma. 


Eso sin contar que, a  nivel profesional, hacer una beca fuera te puede ayudar tanto a establecerte en el país como a encontrar un futuro trabajo en tu propio país.  Estando en el propio país es mucho más fácil conocer su mercado laboral y encontrar oportunidades de empleo. Primero, porque comienzas a tener contactos profesionales en el propio país que te pueden ofrecer una oportunidad de empleo y segundo porque es mucho más sencillo poder encontrar un trabajo estando allí que desde aquí.


Al mismo tiempo, si estás seguro de que lo que quieres es volverte, una experiencia laboral (aunque sea mediante una beca) en el extranjero es un punto a tu favor a la hora de presentarte a una entrevista aquí. Las empresas valoran cada vez más que los candidatos hayan realizado alguna estancia en el extranjero, y tal como están las cosas, no haber estado fuera puede ser la diferencia entre conseguir o no conseguir un puesto de trabajo.


En el próximo post continuaremos con el tema de las becas en el extranjero. Varias personas nos contarán su experiencia. Aunque ya os adelantó, que aunque en el momento lo pasaran más, todas recomiendan la experiencia y afirman haber aprendido mucho.

miércoles, 17 de octubre de 2012

¿Son útiles las prácticas? Cuatro personas con diversas carreras nos cuentan su experiencia

Antes de pasar a hablar de las prácticas y becas en el extranjero me ha parecido interesante recoger la opinión  de gente que ha realizado prácticas en nuestro país en diversos sectores y en diversas empresas para dar una visión un poco más global al tema.

Así que, a continuación, cuatro personas  nos contaran su experiencia.

Rakel (licenciada en Periodismo y Publicidad y RRPP)

Realicé mis prácticas en un gabinete de comunicación. Fueron a través de Lanbide (la agencia vasca de colocación) y con la colaboración de la BBK. Estuve 4 meses por las mañana y me pagaban unos 400 euros aproximadamente. Estaban relacionadas con mis estudios de Periodismo. Fundamentalmente me encargaba de elaborar y enviar notas de prensa, realizar el seguimiento de medios digitales e impresos, buscar diferente información y ampliar y mejorar la base de datos.
Mi experiencia fue buena, pero era una empresa pequeña y familiar, y desde el primer momento me dijeron que sólo estaría durante las prácticas, pero si es verdad, que pasado un tiempo me llamaron para cubrir una baja  porque habían estado contentos conmigo, aunque yo estaba trabajando en otro sitio y no pude ir.

Judith (diplomada en Turismo)

Estuve cuatro meses en un Hotel de cinco estrellas. Las prácticas las encontré yo misma, ya que antes de hacer las prácticas allí, ya trabajaba como camarera y pensé que al ser conocida por el personal del hotel tendría más posibilidades de acceder a un contrato laboral.
En un principio estuve en el departamento de housekeeping como gobernanta. Mi labor era comprobar el estado de las habitaciones una vez limpias y garantizar que cumplían con los estándares de calidad de la empresa. Aunque también tenía que realizar otras labores que no correspondían con mis cometidos como por ejemplo; hacer camas, cambiar revistas, actualizar el menú de room service, o hacer informes del estado de todas habitaciones.

Como estas labores eran algo rutinarias y consideraba que no estaba aprendiendo demasiado hablé con mi tutora de prácticas y conseguí cambiar al departamento de recepción. Aunque allí, la cosa no fue mucho mejor, ya que no podía estar en front office aprendiendo de mis compañeros y me tenían retenida en el back office haciéndome cargo de la centralita.

Respecto a  lo qué aprendí, pues... aprendí como las empresas se aprovechan de los becarios para hacer las peores labores sin tener en cuenta que la persona no solo no está pagada por esa labor, si no que es una asignatura con determinados créditos y el alumno está pagando por trabajar.

¿Recomendar? pues es una experiencia y de todo se aprende esta vida. Gracias a trabajar en un hotel con tanto nombre, posteriormente conseguí un trabajo en otro hotel.

Javier (diplomado en Relaciones laborales)

Realice mis prácticas en una multinacional y mi experiencia como becario, no fue una  experiencia excitante. Fue mi segunda vez como becario está vez con remuneración lo cual, supongo, hizo que aquel mes y medio fuera más agradable.

Recuerdo que tuve que hacer una entrevista con el responsable, recuerdo también en esa misma entrevista haber tenido que dar cuenta sobre mis conocimientos sobre informática aunque mi carrera no tenía nada que ver con la informática

Habrían pasado unas tres semanas cuando la persona que estaba a mi cargo y que me aportaba y enseñaba dijo que se iba de vacaciones,  y que no me preocupara  que lo iba a hacer muy bien durante su ausencia. Lo que significaba que aproximadamente durante una semana estuve haciendo su trabajo eso si por menos de la tercera parte de lo que el cobraba.

El mes y medio se pasó, yo quise alargar mi estancia como becario, por aquello de que cobraba y me venía bien el dinerito, pero la universidad se negó a renovar mi contrato en prácticas si no se comprometían a cambiarme las tareas del puesto de becario. Así que no renové.

Alicia  (licenciada en publicidad y RRPP)

Realicé mis prácticas en una empresa dedicada al comercio electrónico, más concretamente en el departamento de marketing. Allí redactaba notas de prensa, actualizaba la sección de noticias y actualizaba las fichas de los productos que vendían.

Mi experiencia allí no fue del todo mala, pero sí que es cierto, que muchas veces me encontraba sin trabajo y tenía que ir persiguiendo a mis responsables para que me dieran más trabajos para hacer.

Fueron cuatro meses, que no tengo muy claro si me han servido para algo posteriormente.  Si que es verdad que de todo se aprende. Pero las empresas, por lo general, valoran la experiencia real y las practicas no entran en ese apartado.

Aún así, yo sí que recomendaría hacer prácticas durante la carrera ya que te ayudan a acercarte al mundo real y a tu profesión.