viernes, 28 de septiembre de 2012

Como enfrentarse a una entrevista de trabajo. (El día de la entrevista)

Y llega el día en que tenemos que ir a hacer la entrevista. Nos ponemos nerviosos ya que queremos dar al entrevistador la mejor impresión posible y no queremos que nada falle.  No es malo estar nervioso, más bien es inevitable, ya que nos estamos jugando mucho. Pero no podemos dejar que los nervios nos jueguen malas pasadas, hemos de controlarlos y tratar de dar ante el entrevistador la mayor sensación de seguridad posible. Para ello, vamos a dar a lo largo de este post una serie de pautas que nos ayuden a ser capaces de salir airosos de esta situación.

Lo primero de todo, debemos ir mentalizados de que somos los candidatos ideales para el puesto y que si han elegido nuestro curriculum entre todos, algo habrán visto en él. Si no creemos nosotros, en nosotros mismos, va a ser muy difícil que convenzamos a nadie de que nos contrate. Así, que, nada de actitudes negativas, ni de inseguridades. Tenemos el perfil adecuado para ese trabajo. Además, llevamos la entrevista bien preparada. Tenemos claro cuáles son nuestras fortalezas y  es lo que vamos a utilizar para convencer al entrevistador.  Además, también conocemos nuestras debilidades y hemos sido capaces en la preparación previa de reformularlas convirtiéndolo en algo positivo.

Nuestro aspecto también juega un papel importante en este primer contacto con la empresa.  Si bien es cierto que la forma adecuada de vestirse para una entrevista dependerá mucho del puesto que queramos conseguir, hay ciertos aspectos que siempre debemos tener en cuenta. No suele ser conveniente  ir arreglado como si fueras de fiesta  ni de sport como si te fueras de cañas. Hay que tratar de encontrar un vestuario acorde con el puesto, pero sin que parezca que vayamos disfrazados. Queremos dar la impresión de ser competentes responsables, una persona en la que se puede confiar.  Es importante tener en cuenta que la primera impresión que se lleve el entrevistador va a tener mucho que ver con nuestro aspecto y nuestra forma de vestir.

La puntualidad es un aspecto fundamental a la hora de llegar a una entrevista. Tienes que tener todos los imprevistos resueltos, da igual que haya tráfico, que  se pare el metro o que el autobús no llegue, debemos estar en el lugar donde se nos ha citado unos cinco minutos antes de la hora de la cita. Tampoco es conveniente llegar mucho antes, ya que por un lado tendremos que esperar lo que aumentará nuestro nerviosismo y tal vez interrumpamos a la persona que nos tenía que entrevistar, lo que puede no hacerle mucha gracia.

Una vez que el entrevistador nos reciba, le saludaremos amablemente, tratando de mostrar una actitud de confianza. Hay que tratar de controlar también nuestra comunicación no verbal (no cruzar los brazos, evitar tics nerviosos, no mordernos las uñas….). Cuando empiece la entrevista debemos escuchar activamente al entrevistador y sin interrumpirle. Trataremos de responder a sus preguntas de forma segura y clara, pensando bien lo que decimos. (Para eso es interesante el proceso previo de preparación de la entrevista), trasmitiendo claramente nuestros puntos fuertes. No debemos hablar demasiado, pero tampoco contestar con un sí o un no.En este tema en la justa medida está la virtud. Puede ser interesante, llevar algunas preguntas preparadas para realizarle al entrevistador, ya que esto demuestra interés.

Al despedirnos, evitaremos alargar la entrevista por el pasillo. Ya que muchas entrevistas se pierden aquí. El candidato se relaja y puede cometer algún fallo que le haga perder el empleo.  Estaría bien hacer una valoración de la entrevista cuando lleguemos a casa de nuevo, viendo que aciertos y fallos hemos podido cometer. Esto nos servirá para futuros procesos.

Y llega la hora de esperar a que nos llamen. Esta es la parte más dura. Si nos llaman, estupendo, ya tenemos trabajo ¡enhorabuena!. En caso de que no nos llamen o que no seamos seleccionados, debemos seguir adelante y no desanimarnos. Conseguir un trabajo y más hoy en día no es nada fácil. Pero cada entrevista que hacemos estamos un paso más cerca de conseguirlo. Así que animo y ¡Adelante!

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